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10 consejos para tener un cerebro feliz

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10 consejos para tener un cerebro feliz

Tener un cerebro feliz es posible, la clave está en practicar la amabilidad hacia uno mismo, en crear hábitos adecuados, y en meditar unos minutos al día.

Los expertos aseguran que para tener un cerebro feliz hay que:

  1. Corrige tu postura a lo largo del día

El cerebro interpreta todo lo que sucede en tu organismo, y cuando vamos encorvados nos fijamos más en las cosas negativas que en las positivas.

  1. Cultiva la amabilidad y la generosidad

Las personas que lo hacen refuerzan las áreas cerebrales más involucradas en su felicidad.

La amabilidad hacia nosotros mismos es una de las actitudes más transformadoras del cerebro.

  1. Vive con atención plena a tu presente

No hacerlo es una de las mayores fuentes de insatisfacción vital.

Nuestro cerebro es un órgano muy inercial y, sin duda, podemos acostumbrarlo a ese peligroso estado de ansiedad.

  1. Practicar la meditación regularmente

La observación ecuánime y amable de nuestros pensamientos y emociones facilita su regulación y refuerza las estructuras cerebrales más importantes.

La observación de nosotros mismos ha de ser ecuánime y amable.

  1. Escucha a tu cuerpo

Tener consciencia de las sensaciones corporales te permite anticiparte a tus emociones.

Cada vez estamos más desconectados de nuestro cuerpo. Y eso es un problema, porque las sensaciones corporales son la información que permite a nuestro cerebro configurar una experiencia.

El cuerpo sabe lo que la mente aún no se ha dado cuenta.

  1. Trabaja en tu transformación y sé paciente

Hay que ser realistas. En este caso, como en muchos, el «si tu quieres, puedes», es erróneo y frustrante. Hay un gran camino entre el querer y el llegar a la meta.

Es decir, podemos cambiar, la capacidad de transformación de nuestro cerebro es inmensa gracias a su plasticidad, pero no es una tarea fácil.

  1. Elige bien a las personas con las que te relacionas

Los cerebros y corazones se contagian, por lo que prestar atención a una persona o situación negativa deja secuelas de varias horas en ti.

Muy poca gente sabe que cuando nos comunicamos con otra persona, también a través de la pantalla, se produce un fenómeno que se llama la ‘sincronización de fase intercerebral’, es decir, que los cerebros se sincronizan y se contagian.

  1. Alíate con tu respiración

Una respiración lenta, de unas 10 respiraciones por minuto, es un buen aliado para la gestión de las emociones.

Alargar la respiración es un buen protector frente a la ansiedad; inspirar por la nariz, y no por la boca, nos ayuda a controlar la atención y la memoria. La respiración es la llave más directa que tenemos a la relación cuerpo-mente.

  1. Fomenta los buenos momentos

Disfrutar es uno de los procesos más enriquecedores de nuestro patrón cardiovascular y de nuestra plasticidad neuronal.

Cuando recordamos eventos positivos, por ejemplo, se activan muchas zonas cerebrales.

  1. Come sano

Gracias a la conexión entre el cerebro y el intestino, la dieta puede ser un fuerte regulador del estado de ánimo.