¡Que el spam no esté contigo!

Spoiler: no es el Chapulín Colorado, sino tu mismo al tomar en cuenta las siguientes medidas de protección para que el spam no esté contigo:

No repartas tu dirección de correo

Este es casi como el primer mandamiento: amarás tu privacidad sobre todas las cosas. Si quieres hacer de ese tu nuevo mantra de seguridad digital, no publiques tu dirección de correo en sitios de acceso público.

Recuerda que debes huir de las garras de los spammers y sus bases de datos, a las que según BBC Mundo podrías llegar si:

*Dejas tus comentarios en páginas web.

*Te das de alta de un servicio web que te pidió tu dirección de correo.

*Publicas tu e-mail en redes sociales o en tu propia plataforma digital.

*Le diste tu correo a una empresa.

*Si respondes un spam o le das clic a un enlace ‘piteado’.

Aunque si es necesario puedes dejar tu dirección de correo electrónico, dile chao a la arroba y escríbelo de este modo: usuario[at]dominio.com o usuario[arroba]dominio.com, así te salvarás de los spambots.

Otra solución que tienes a unos cuantos clics de distancia es la creación de dos cuentas: una privada y otra pública. En la primera podrías recibir solo mensajes de índole personal, y con la segunda registrarte en foros, salas de chat, listas de correo, recomienda Kapersky Lab.

¡Ah! Pero ponte creativo al momento de registrar tu dirección personal para que no sea fácil de descifrar. Además, es recomendable que la cuenta pública sea de uso temporal y que se cambie a menudo para que no se llene de esos molestos mensajes no solicitados.

Hazle a los filtros

“Asegúrate de que tus mensajes de correo electrónico sean filtrado por una solución antispam”, aconseja esa consultora informática. Así que puedes gozar de una, pues “los servicios de correo electrónico abiertos cuentan con proveedores que ofrecen la filtración de spam antes de la entrega de correo”.