Los ministros de Justicia Ledy Zúñiga y del Interior José Serrano divulgaron este viernes el contenido de los informes médicos que realizó la Cruz Roja a los 53 detenidos en las protestas del pasado 18 de septiembre en las inmediaciones del colegio Mejía.

A pesar de que reconocen que dichos informes señalan escoriaciones, raspones, contusiones, lastimaduras, traumas, señalaron que no son síntomas que requirieron mayor atención médica, por lo que Serrano dijo que denunciará penalmente a los abogados defensores de los 42 estudiantes presos quienes ayer solicitaron la libertad en una audiencia de habeas corpus, asegurando que sus defendidos fueron maltratados por la Policía Nacional y también torturados.

Además de que pondrá en su contra, una queja ante el Consejo de la Judicatura.

Zúñiga señaló que el informe de la Cruz Roja concluye que de todas las revisiones médicas se recomendó que solo a 8 estudiantes se les realice una revisión adicional por lo que fueron trasladados al Hospital Eugenio Espejo en donde se concluyó que «no merecen ningún tratamiento específico», recetándoles ibuprofeno y diclofenaco (antiinflamatorios).

«Solo un (estudiante) necesita una intervención menor por el tema de su labio… su estado de salud es normal… los resultados generales son escoriaciones y moretones», dijo la Ministra quien insistió en que de los 53 detenidos, el 30% no son estudiantes del Mejía.

Además, reiteró que la Cruz Roja también determinó asma, síntomas gripales, dolor de cuello y dolor de brazos. «En el informe de la Cruz Roja no hay ningún diagnóstico que (los abogados de los estudiantes) dijeron en la audiencia… por lo que queda descartado que tengan daño que necesiten algún tratamiento o internamiento».

El ministro Serrano recordó lo que señala el artículo 151 del Código Orgánico Integral Penal (Coip) sobre la ‘tortura’ (la persona que inflinge a otra persona grave dolor o sufrimiento ya sea de naturaleza física o psíquica… o disminuyan su capacidad física o mental), por lo que reiteró que la Policía Nacional en este caso lo que hizo el 17 y el 18 de septiembre pasados, fue «esperar, aguantar y cuidar el orden público generando cordones de seguridad para que no se atente contra la propiedad pública, privada y ciudadanos…».

Según el secretario de Estado, los 53 detenidos estaban en «actitud violenta y presumiblemente delincuencial», lanzando bombas molotov y aparatos contundentes contra la policía.

«Los policías tenían que detenerles en esas circunstancias, habrá una cogida de brazo, una toma de una pierna o un golpe específico como se detalla (en el informe de la Cruz Roja), en la cabeza, en el hombro, lastimadura en la rodilla, en el codo, en la muñeca, etc., pero tortura es una infamia», dijo el ministro del Interior.

Y agregó: «A las personas que estaban en actitud violenta y transgrediendo a la Ley no se les detiene con pétalos de rosa».