Histórico, Croacia en la final del mundo

Lo que se le escapó en Francia ’98 lo consiguió aquí: Croacia tumbó a Inglaterra en la semifinal y es finalista del mundo por primera vez. Rusia-2018 puede tener un campeón inédito. Y cuidado, porque este equipo croata tiene un corazón grande como todos los Balcanes. El pequeño país de 4 millones 300.000 habitantes con la característica camiseta a cuadritos rojos y blancos representa a todas las selecciones chicas e intentará instalar un nuevo orden mundial en el fútbol. No le sobra fútbol, aunque tiene, para empezar, a quien es por mucho el mejor jugador del torneo: Luka Modric. Y lo acompaña un batallón de guerreros, de soldados aguantadores, de alta resistencia, como que han pasado las tres fases -octavos, cuartos y semifinal- en tiempo extra, y dos de ellas por penales. Una hazaña física y mental. Lo espera la dura Francia, más dura que exquisita, pero para eso tiene cuatro días, ahora es tiempo de descansar las piernas y el alma.

El de Croacia es el mérito de un fútbol que, al desintegrarse Yugoslavia, se dividió en seis y aún así sigue dando guerra y presenta siempre un mínimo de dos representantes. Esta vez fueron Croacia y Serbia, en 2014 Croacia y Bosnia, en 2010 Eslovenia y Serbia. Y pese a la atomización de las seis repúblicas, siempre dan combate y presentan equipos y jugadores respetables.

Empezó ganando Inglaterra con un gol de vestuario. Falta clara de Modric a Dele Alli en el borde del área, tiro libre para el pie dulce de Kieran Trippier, que la colocó en el ángulo izquierdo alto de Subasic. Iban 4’ 45”, no se puede hablar de otro mérito que de la buena pegada. Pero más allá de su seguridad defensiva, Inglaterra no mostró nada, y Croacia tampoco articulaba fútbol. Por momentos Croacia parece el Modric Fútbol Club, todo lo hace el fantástico volante del Real Madrid. Marca, triangula, pivotea, genera juego, es la descarga de todos, el cerebro. Y todo lo hace bien. Jugaron los dos dando la razón a quienes afirman que toda esta llave, desde octavos de final, era la más fácil del Mundial. En la otra estaban Brasil, Argentina, Portugal, Francia, Bélgica.

El problema inglés fue que pensó que el partido ya estaba ganado, se dedicó a la burocracia futbolística. Pero faltaban 125 minutos (se jugaron 130 con los agregados). Cumplió una actuación flojísima en todos los órdenes, ofensiva y defensivamente, en lo individual y colectivo. Y lo pagó con la derrota. Se durmió en el laurel de ese tiro libre inicial. No se vio la agresividad de Harry Kane (que se olvide del Balón de Oro), blanditos Lingard y Dele Alli, desaparecido en acción Henderson, inconsistentes Walker, Trippier y Young. Se apoyó exclusivamente en el carácter y los cabezazos de Stones y el notable Harry Maguire (el Leicester tiene en él unos cien milloncitos seguros). Debe ser una de las decepciones más grandes en una semifinal del mundo. No recordamos otra.

Inglaterra se achicaba cada vez más como expresión futbolística, se replegaba más, y Croacia le empató con un gol de Perisic que, se nos antoja, debió ser invalidado por jugada peligrosa. Fue con su pierna en alto y en plancha contra la cabeza de Walter, lo anticipó y estableció en 1 a 1. Las protestas de Inglaterra fueron tibias y no despertaron el VAR.

El equipo británico siguió en su inercia, sin darse cuenta que se le iba la final y el título. Y a poco de comenzar el segundo tiempo suplementario, Mandzukic clavó un gol fantástico de media vuelta, un zurdazo glorioso tras una habilitación de cabeza de Perisic, gran figura junto a Modric. A esa altura, era justo. Tuvo todavía Inglaterra muchos minutos (17) para intentar la igualdad y llegar a los penales. No le dio el cuero, no tuvo respuestas futbolísticas ni anímicas. Siguió en una tibieza increíble. Algún centrito que otro. Muy pobre de recursos.

Daniel Levy está catalogado como “el negociador más duro del mundo”. Es presidente del Tottenham Hostpur y la cabeza visible de un fondo de inversión propietario del club. Él y sus socios han hecho el negocio más fantástico de este Mundial. Pese a la derrota inglesa, los 12 jugadores del Tottenham en esta Copa se han revalorizado de manera extraordinaria. Cinco de ellos están en la Selección Inglesa (Harry Kane, Dele Alli, Trippier, Danny Rose y Eric Dier), tres en Bélgica (Vertonghen, Alderweireld, Moussa Dembelé) y luego Christian Eriksen (Dinamarca), Son (Corea del Sur), Hugo Lloris (Francia) y Dávinson Sánchez (Colombia). Todos brillaron o hicieron goles. Harry Kane es el artillero de la Copa con 6, Trippier hizo hoy el golazo de tiro libre que abrió el marcador ante Croacia; Dele Alli le marcó a Suecia; Vertonghen a Japón; Son a México y Alemania; Eriksen a Australia. Lloris es una de los grandes destaques franceses. A los valores que maneja hoy el fútbol, podría estimarse un aumento de cotización global de 200 a 300 millones de euros. Sólo Kane, si consigue el Botín de Oro, subiría 100 millones.

Párrafo para Ante Rebic, el atacante que actúa con el número 18 en Croacia. Muy posiblemente sea el jugador más malintencionado de la FIFA, sale a romper en cada jugada. Es de un nivel de agresión inaudito. Juega como rabioso y en algún momento va a incapacitar a un rival. Así fueron todos sus partidos en esta Copa del Mundo. Que haya terminado los seis partidos en cancha es una burla al fútbol. ¿Qué estaban mirando los árbitros…? Jugará la final porque el juez Cuneyt Cakir lo amonestó al final, pero no al principio, cuando había dado un manotazo en el rostro a Walker. En el minuto 101, después de numerosísimas faltas violentas, el DT croata lo remplazó. Sabía que estaba jugando gratis. El nuevo técnico del Bayern Munich, Niko Kovac, pidió como refuerzo a Rebic.

Eliminados Bélgica y Croacia, el título quedará en manos de Francia o Croacia. Si son los primeros, se sumarán al grupo de bicampeones mundiales junto a Uruguay y Argentina. Si es Croacia marcará un hito. Y si se da esto último es muy posible que Modric, campeón de la Champions con el Madrid, también gane los dos Balones de Oro, este del Mundial y el anual. Rompería todos los pronósticos en cuanto a quién iba a destronar un día a Messi y Cristiano Ronaldo. Y sería muy justo, es un crack del fútbol. (O)