San Lorenzo intenta dejar atrás la pesadilla de atentados y secuestros

Esmeraldas –

La mayoría de habitantes del barrio Las Delicias y de las calles Padre Lino Campesan, Néstor Barahona, Jorge Chiriboga y Los Laureles dice sentir alivio al ver reconstruido el edificio del Comando de Policía de San Lorenzo, frontera norte de Esmeraldas. Pero no olvidan la pesadilla del atentado con coche bomba que destruyó aquel cuartel hace un año.

Ese hecho, que fue calificado por las autoridades como un acto terrorista ligado al narcotráfico, causó daños en la mayor parte de la estructura del cuartel, afectó a 69 casas y dejó 23 personas heridas, al amanecer del 27 de enero de 2018.

El bombazo fue la mecha para una serie de atentados en la frontera norte, donde murieron infantes de Marina y fueron secuestrados y posteriormente asesinados en Colombia tres integrantes de un equipo de El Comercio y una pareja oriunda de Santo Domingo.

Estos ataques fueron atribuidos a un grupo narcoviolento que operaba en Colombia y era dirigido por el ecuatoriano Walter Arízala Vernaza, alias Guacho, en represalia, según el Gobierno ecuatoriano, por la intensificación de los controles en territorio nacional usado como ruta del narcotráfico.

Marcia Alcívar y su esposo José aún recuerdan la fatídica noche del estallido. Estaban en su restaurante, a dos cuadras del comando policial. “Pensé en la explosión de los tanques de gas de mi local, pero luego vi a la gente correr, unos a observar la tragedia, otros pidiendo auxilio”, relató.

Esa noche no pudieron dormir, al igual que Gustavo Pachito, cuya vivienda resultó afectada por el bombazo.

A un año del incidente, algunos habitantes del barrio Las Delicias prefieren cerrar sus puertas a personas extrañas. Otros acceden con recelo para narrar la tragedia del 27 de enero y los daños causados a sus viviendas y pertenencias.

Ven como inconveniente aún las vallas metálicas y vehículos blindados en el perímetro del cuartel, lo que les impide la movilidad en carros o motocicletas. El sábado 27 de enero, en un barrio cercano a Las Delicias, sus habitantes realizaron una minga de limpieza, pintada de bordillos y ayudaban con la instalación del alumbrado público.

Ellos dicen que ha mejorado la seguridad. Y ese sentimiento hay en todo el cantón. Las actividades comerciales y el turismo se reanudaron en San Lorenzo y Eloy Alfaro, luego de levantarse el estado de excepción.

En las calles locales comerciales de la ciudad puerto fronterizo, la gente realiza sus compras, transacciones financieras, actividades pesqueras. Incluso, el sábado anterior, alumnos y profesores hicieron el pregón y presentaciones culturales por la finalización del año lectivo de una unidad educativa local.

Martín Caicedo, técnico en electromecánica, detalla que su negocio observa mejoría desde agosto pasado.

En el mercado de la antigua estación del ferrocarril, terminal terrestre y puerto marítimo, la movilidad de pasajeros es normal. Esta zona es vigilada por la Armada del Ecuador y el Servicio Aduanero (Senae) y no es obligatoria la cédula de identidad ciudadana, pero sí la revisión de mercadería para verificar si no es contrabando o tráfico ilegal de combustible.

En Mataje, parroquia que estuvo sitiada por el Ejército ecuatoriano en la época de crisis, sus autoridades parroquiales y dirigentes de comunidades, en su mayoría de la nacionalidad awá, gestionan proyectos productivos como cacao, siembra de árboles y cultivos.

Solo cuentan con la carretera de ingreso hasta el puente binacional, aún inhabilitado, pero carecen de caminos vecinales, electrificación, servicios básicos y educación. Con el conflicto del año pasado, unas 200 familias migraron por amenazas y temor. Los residentes dicen esperar las viviendas del programa Casa para Todos.

El Gobierno nacional definió la aplicación del Plan de Desarrollo Integral para las poblaciones de la frontera norte, cuyo objetivo es propender a la reactivación económica y generación de empleo, pero sus resultados aún se esperan, opinó Marcelo Posligua, exautoridad gubernamental de San Lorenzo.

El obispo de Esmeraldas y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Eugenio Arellano, expresó que los hechos de violencia en la frontera norte se deben a la injusticia y abandono de estas localidades fronterizas con el vecino país.

Comando reconstruido por $ 1,5 millones y hay más policías y militares

El edificio del Comando de Policía que recibió el bombazo está reconstruido y con capacidad para albergar a 495 efectivos y personal administrativo. Antes del atentado tenían unos 200 miembros, detalló Renán Miller, jefe del Distrito de Policía San Lorenzo.

El mejoramiento de la infraestructura se hizo por $ 1,5 millones a cargo de la contratista Katelnova. La inauguración está prevista para estos días con la presencia del presidente de la República, Lenín Moreno, y otras autoridades.

Hasta hace poco, los policías alquilaban dos hoteles, pero las nuevas habitaciones cuentan hasta con aire acondicionado, explicó el comandante Miller.

El incremento fue con personal táctico y de operaciones especiales de los grupos GIR, GOE, GEMA, UMO, CRAC. La seguridad externa del perímetro del cuartel se mantiene con carros antimotines, vallas metálicas, personal de vigilancia permanente y cámaras de video conectadas al ECU-911. En toda la provincia, la Policía tiene 5.500 miembros.

La coordinación de seguridad de toda la zona fronteriza está a cargo de la Fuerza de Tarea Conjunta Esmeraldas, creada en junio del 2018, luego de la serie de atentados, y se ha reforzado con 3.000 efectivos de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, en toda la provincia, detalló Gustavo Acosta, comandante de esta unidad.

La mitad de esas tropas están entre San Lorenzo, Eloy Alfaro, Rioverde y Esmeraldas. Esta fuerza creó también el Agrupamiento Militar Mataje, que tiene a su cargo el patrullaje terrestre desde esa parroquia hasta la parroquia Tobar Donoso, de Carchi.

Enfoque de las fuerzas es recudir el narcotráfico, las amenazas y violencia

Con grupos narcoviolentos operando en el lado colombiano, la Policía y las Fuerzas Armadas buscan bajar los índices de tráfico ilegal de combustibles, precursores químicos y armas desde Ecuador al país vecino. De Colombia ingresan cocaína y marihuana.

“Son grupos irregulares con poder económico para reclutar pobladores para sus actividades ilícitas y por ello se trabaja en el patrullaje permanente de frontera”, manifestó un oficial militar que reservó su nombre.

La muerte de alias Guacho, a fines de diciembre, ha bajado las tensiones, según habitantes y uniformados, pues las amenazas eran permanentes debido a los operativos de vigilancia. Un oficial señala que aún subsisten estas, pero en menor número.

Información oficial entregada a este Diario señala que las muertes violentas se han reducido un 25% y un 22% los delitos de otro tipo. En el 2017 hubo doce fallecidos por homicidio, y el año pasado, nueve.

En el 2018 se ejecutaron 2.503 operativos ordinarios y 49 extraordinarios, según el informe de operaciones del distrito policial de San Lorenzo.

Resultados: 231 detenidos el año pasado y 179 en el 2017; 59 por contravención; 36 armas de fuego; 44 armas blancas; 3.491 municiones y 615 explosivos.

En operativos conjuntos en los últimos meses con el Ejército se detuvo a J. R., alias Jairo o El Lanchero, encargado de movilizar a alias Guacho por la zona de Mataje; la captura de R. J. M. Ch. de la organización de alias Guacho, entre otros. Policías y militares realizan unos quince operativos por día. (I)