En la urbanización hay cámaras, guardianía privada y filtro de ingreso y salida de visitantes; pero ni siquiera Puerto Azul, adonde el domingo asaltaron y ataron a miembros de una familia dentro de su vivienda, puede salvarse de la inseguridad.

Fue a las 13:00, hora de almuerzo. Lo que se suponía que era un domingo familiar, tranquilo y de descanso se convirtió en una experiencia traumática.

Eran tres. Entraron armados y amarraron a los cuatro miembros de la familia para poder sustraerse dinero, joyas, computadoras, dos botellas de whisky, un bolso y otras pertenencias, halladas luego en el Aveo concho de vino en el que se movilizaban.

Treparon al carro al dueño de la casa, para poder salir de la ciudadela sin levantar sospechas; luego lo dejaron a él y al vehículo en la vía a la costa.

La Fiscalía ahora sabe que los asaltantes incluso debieron trepar una pared para entrar a la vivienda. Ya allí, tuvieron atrapadas a las víctimas por un periodo de dos horas.

Nadie puede reaccionar ante algo así, por eso cuando una de las víctimas estuvo ayer en Flagrancia evadió a los medios. “No se imagina el trauma”, comentó.

Cerca de las 08:00 de ayer, el fiscal de turno, Víctor González, pudo confirmar que hay tres detenidos en este caso. “Hay indicios del cometimiento de la infracción, porque se hallaron pertenencias de las víctimas”.