Atentado en Bogotá: La explosión afectó el oído de ecuatoriana Carolina Sanango

Cuenca –

El susto no pasa del todo para los padres de Carolina Sanango, la joven policía cuencana que resultó herida en el atentado que esta mañana provocó la muerte de diez personas, entre ellas la ecuatoriana Érika Chicó Vallejo, en la escuela de formación General Santander en Bogotá, Colombia.

La calma vuelve poco a poco a la casa familiar de Walter Sanango y Carmen Molina, ubicada en el barrio Quinta Chica bajo, al noreste de Cuenca, en especial luego de una llamada en la que Carolina dijo que estaba bien y que solo sufrió una herida en su oído, que aparentemente se reventó con el estruendo.

Aunque saben que está viva y estable, su padre viajará el viernes en el vuelo de las 03:00 con la ruta Guayaquil – Bogotá. Mientras llega el momento, lo que más le angustia a Walter es que su hija está sola en medio de ese desastre.

Su mamá, Carmen Molina, se quedará en casa junto a su hijo mayor, a la espera de recibir buenas noticias desde Colombia.

Recuerda que todos los días conversa vía Messenger con Carolina; cuando esta mañana ella le escribió y la respuesta no fue inmediata, no le llamó la atención porque sabe que está en entrenamiento y suele devolverle el mensaje a cualquier hora. Pero su corazón se alteró al mediodía cuando un sobrino le informó del ataque. Ese momento salió de su trabajo en una escuela fiscal de Cuenca para retornó a la casa a espera de noticias.

El anhelo: ser policía

Ella lleva en la sangre la profesión policial por herencia de su padre que sirve en la Subzona norte en la unidad de motorizados. Tras graduarse del colegio Elena Moscoso Tamariz, ingresó a la Escuela Superior de Policía Gral. Alberto Enríquez Gallo, en Quito. Por sus buenas calificaciones fue seleccionada para cumplir un intercambio en Bogotá junto a otras compañeras.

En una de las paredes de su sala está colgado un cuadro de Carolina vistiendo el uniforme y un fusil como un recuerdo de su ingreso a la escuela de formación policial. Carmen saca el álbum de fotos donde repasa algunas tomadas hace tiempo. Una de las que destaca es la del ingreso de su hija a la Policía donde viste de traje oscuro.

A pesar del atentado en que también falleció la joven ecuatoriana Érika Chicó, los padres de Carolina aseguran que la seguirán apoyando en su sueño, pues aún le falta un año para terminar la pasantía. Entonces deberá regresar a Ecuador como oficial. En medio de la desgracia dicen sentir orgullo por su hija, pero al mismo tiempo agradecen a Dios porque no le pasó nada grave. (I)