Una ‘fan zone’ de Rusia 2018 enfada y preocupa a estudiantes en Moscú

Moscú –

Durante el Mundial de fútbol, uno de los pulmones verdes de Moscú acogerá a miles de hinchas con ganas de diversión: la instalación de una ‘fan zone’ del torneo en un parque histórico junto a la Universidad de Moscú ha provocado el enfado de grupos de estudiantes, preocupados por posibles destrozos.

Esa ‘fan zone’ puede acoger hasta 25.000 personas y será escenario de conciertos, espectáculos y, sobre todo, el lugar donde miles de aficionados podrán seguir los partidos en pantalla gigante del 14 de junio al 15 de julio.

Pero para los 6.000 estudiantes y empleados de la universidad moscovita, la ‘futbolmanía’ no genera precisamente unanimidad.

Alrededor de esa ‘fan zone’ se ha generado un movimiento de descontento que inquieta a los organizadores, que han realizado grandes inversiones para mejorar la imagen de Moscú y de Rusia, en un momento de especial tensión diplomática.

«Comenzamos a manifestarnos cuando nos dijeron el año pasado que nuestro semestre se vería acortado debido a la fan zone», explica a la AFP Maria Chekochkina, que prepara una tesis en esa universidad.

Los servicios secretos (FSB, antiguo KGB) exigieron que los laboratorios de la universidad cerraran sus puertas durante el Mundial, temiendo que materiales radiactivos utilizados allí pudieran caer en malas manos.

«Está también el riesgo de que los estudiantes sean expulsados de sus habitaciones para dejar sus plazas a la Guardia Nacional», protesta Chekochkina, de 26 años.

Para rebajar el enfado de los estudiantes, las autoridades rusas alejaron 300 metros la ‘fan zone’ de la universidad. Pero para Maria, eso no resuelve el problema.

El 22 de mayo, unos 200 estudiantes protestaron de nuevo, esa vez bajo vigilancia ya del FSB.

«Hay muchos miembros del FSB aquí, comenzamos a reconocerlos», asegura la estudiante.

Unos días después, un panel que anunciaba la instalación para el Mundial fue pintado con letras rojas con un mensaje de «No a la Fan Zone». Tres estudiantes fueron detenidos por «vandalismo» y luego liberados.

«No es una buena idea»

Dmitri Petelin, uno de los líderes del movimiento, fue citado por la policía y fue amenazado con ser expulsado de la universidad, según declaró él mismo a la web de información Meduza.

En las redes sociales, la universidad ha pedido a los estudiantes que no participen en las manifestaciones.

Con una chapa de «Stop a la Fan Zone» (Alto a la Zona de aficionados, en español), Ekaterina Palmina, una estudiante de 19 años, está preocupada por el impacto ecológico que puede tener en el parque Vorobiovy Gory (Los Montes de los Monjes).

«No decimos que todos los hinchas de fútbol son animales salvajes, pero creemos simplemente que no es una buena idea poner a 25.000 personas en un lugar en el que la naturaleza está protegida», asegura.

En algunos lugares se han cortado árboles y se han destruido aceras de granito, un legado histórico, subraya la joven. El departamento de Biología de la universidad organiza paseos por el parque para mostrar los daños provocados por la construcción de la ‘fan zone’.

¿Es ilegal?

Más de 14.000 personas, entre ellos militantes ecologistas pero también simples ciudadanos, firmaron una petición que solicitaba al presidente Vladimir Putin que desplazara la ‘fan zone’.

«Para los moscovitas, Vorobiovy Gory es como el Bosque de Bolonia para los parisinos», destaca el militante Pavel Gniloribov. «Moscú tiene muchos otros lugares mejor adaptados», asegura.

Para Elena Rusakova, miembro de la oposición en la capital rusa, la ‘fan zone’ es «completamente ilegal» al estar en dos lugares protegidos: el parque de la universidad y el bosque de Moscú.

«La FIFA dice que el Mundial no debe perjudicar el medioambiente del país que lo acoge, pero eso es precisamente lo que está pasando aquí», lamenta. (I)