Los padres de un estudiante del colegio Mejía, apresado el pasado 17 de septiembre tras la marcha convocada por el sindicalismo, presentaron ayer ante la Fiscalía de Pichincha una denuncia por los supuestos delitos de tortura y detención ilegal.

Verónica Yuquilema, abogada del menor, explicó que la denuncia está dirigida contra uno de los policías que ha sido identificado, pero que las investigaciones señalarán a los presuntos responsables.

La jurista señaló que el joven habría sido golpeado en varias partes del cuerpo. Según la madre del menor, Alicia B., el chico habría sido torturado desde el momento de la detención a las 19:00 de ese día. Ella relató que “cuando salía de clases recibió varios golpes en la cabeza hasta dejarlo desmayado y fue trasladado a la UPC (Unidad de Policía Comunitaria) de la Basílica; y cuando despertó recibió un puntapié a la altura del cuello y producto de esa agresión en el hospital lo inmovilizaron”.

La ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, no quiso comentar esta denuncia, pero adelantó que la Fiscalía investigará el caso.