Santiago Hernán Solari, en Guayaquil, no soñaba con ser DT del Real Madrid

Cuando el argentino Santiago Hernán Solari vino a Ecuador, en agosto del 2012, motivado por cumplir el “sueño” de conocer Galápagos, el Indiecito no soltaba frases como ‘espero algún día dirigir al primer equipo del Real Madrid’.

En ese tiempo el dueño del banquillo merengue era el controvertido José Mourinho. Mientras, un tal Solari, quien había colgado los botines de futbolista en el 2011, estaba dedicado a estudiar la teoría de la tercera etapa del curso de entrenadores UEFAPro, en Madrid. “No lo sé. Yo apuesto a dirigir, me encanta el fútbol y me encanta vivirlo desde todos los puntos”, contestó Solari cuando Diario EL UNIVERSO, durante una entrevista en el Centro de Convenciones, le consultó en dónde le gustaría dirigir una vez que obtuviera el título.

Sin mencionar siquiera al equipo filial (Real Madrid Castilla) como una opción a futuro, Santi llegaría pronto a la ciudad deportiva de Valdebebas para asumir el reto de conducir a ese plantel. A mediados del 2013 entró a La Fábrica, como le llaman a la cantera blanca, para asumir las riendas del Cadete B del Real Madrid. Luego pasó al Cadete A, al Juvenil B, al Juvenil A y desde el 2016 era el máximo responsable del Castilla. De allí dio el salto también Zinedine Zidane, su antiguo compañero en el denominado equipo de los ‘Galácticos’, que ganó la Liga de Campeones del 2002 tras vencer 2-1 al Bayer Leverkusen con una histórica volea de Zizou (en una jugada que inició el Indiecito Solari con un pase a profundidad a Roberto Carlos).

En su etapa de jugador madridista convivió con otros futbolistas célebres como Luis Figo, el Fenómeno Ronaldo y David Beckham.

Curiosamente, de Zidane confesó que, una vez retirados los dos, ya no tenían mucha relación; luego aclaró que sí mantenían contacto porque ambos ya coincidían en la capital española. Aunque Solari precisó: “Vivo un poco en Argentina y un poco en España. No tengo un domicilio definido”.

Pero mucho antes de adentrarse en el mundo merengue, el argentino incursionó en el periodismo deportivo como columnista de diario El País, actividad que –cuenta– decidió asumir cuando era volante del Inter de Milán. “Una vez finalizada mi carrera me metí un poco más (en el periodismo). Lo disfruto porque es ver el deporte desde otra perspectiva y también uno ve las dificultades del periodista y los problemas a la hora de expresarse y ser entendido, así que es una faceta que también me gusta”.

Un hombre de la casa

Pese a la nula experiencia de Solari como técnico de élite, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, decidió apostar por un hombre de la casa tal como lo hizo al anunciar a Zidane en enero del 2016, tras la salida de Rafa Benítez.

Así, Solari llegó al Santiago Bernabéu a finales de octubre del 2018 para reemplazar “provisionalmente” a Julen Lopetegui después de una humillación en el clásico en Barcelona (5-1). Dos semanas después, el club blanco homologó el contrato del argentino y lo designó oficialmente. Si bien Solari logró inicialmente resultados alentadores, al ganar once de trece partidos y coronarse en el Mundial de Clubes en diciembre, su idoneidad para el puesto ha sido puesta en duda tras el flojo arranque del 2019.

Hoy, frente al Sevilla, se juega su futuro en el banco técnico de los merengues. (D)

20

Años

Esa era la edad Santiago Solari cuando se hizo profesional en River Plate. Antes de llegar al Real Madrid, en 2000, pasó por el Atlético de Madrid. Se retiró en el Peñarol, en 2011. (D)

Fui a Galápagos, que era un sueño que yo tenía hace mucho tiempo. Conocí un lugar tan especial y tan protegido y tan cuidado por ustedes. Estuve en Santa Cruz y en Isabela»

Santiago Solari, entrevistado por este Diario en 2012.