¿A qué se dedican los niños prodigios del cine de los 80?

Barret Oliver, de The Neverending Story

Para aquellos que crecisteis en los 80, es imposible que olvidéis a Bastian, el aventurero protagonista de The Neverending Story (1984). El pequeño Barret Oliver fue el encargado de meterse en el personaje cuando apenas contaba con 11 añitos, pero a pesar del éxito mundial de la película Wolfgang Petersen, se quedó encasillado en papeles secundarios y televisivos aunque también apareció en Cocoon (1985) y su secuela (1988). Un año más tarde, en 1989, realizaba su último trabajo cinematográfico para desaparecer por completo de la industria. Con el paso del tiempo se convirtió en pintor y fotógrafo de pelo largo llegando a exhibir su trabajo en museos y galerías. (©Warner Bros.)

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